lunes, 21 de junio de 2010

Saramago nos deja un gran legado.

Se ha ido para siempre. Nos ha dejado su obra y su compromiso


Su visión comprometida y realista del mundo puede parecer amarga o pesimista, pero representa una auténtica "radiografía" de nuestra sociedad, frente a las fotos de "folletos de vacaciones" que nos presentan con frecuencia.

La balsa de piedra, La caverna, Ensayo sobre la ceguera, Ensayo sobre la lucidez, El Evangelio según Jesucristo... cualquiera de sus novelas puede ser una excelente elección para este verano.  (ver relación en Lecturalia).


Escritor comprometido con la realidad -y lúcido como pocos en su análisis- ha sido objeto de numerosas críticas y descalificaciones tanto por los adversarios de su posición política como por la Iglesia Católica, que tras su muerte se ha apresurado a condenarlo nuevamente tratándolo entre otras cosas de "populista extremista" (El Pais, El Mundo, L'Osservatore Romano). Menos prisa y más indulgencia han mostrado en la condena de los delitos de pederastia (en cuya defensa han empleado cantidades ingentes de dinero de los fieles...).


Si toda su obra resulta recomendable, sus opiniones sobre la Educación, recogidas en su último libro "Democracia y universidad", publicado hace tan solo una semana, resulta de lectura casi obligada para todos los que estamos preocupados por la educación de nuestros hijos.



Del libro "Democracia y universidad"

"No hay solución para la universidad, para sus problemas, si no se encuentra solución antes a los problemas de la enseñanza primaria y media; todo es un bloque homogéneo y coherente... A la universidad tendrían que llegar alumnos instruidos y educados. ¿Cómo hacerlo? Habrá que encontrar las fórmulas. Lo contrario es no respetarse, jugar con malas cartas una partida que no puede acabar bien...."

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